jueves, 24 de diciembre de 2015

Una famosa Beata y mística vio el Nacimiento de Cristo. Aquí su relato junto a mis mejores deseos porque todos los lectores de este blog hecho para que la vida y obra de la Dra. Henrique Peñalver Gómez no sea olvidada, pasen una FELIZ NAVIDAD en unión de todos su seres queridos. Gracias mil por el regalo de acudir a este blog ¡FELIZ NOCHEBUENA 2015!

Una famosa Beata y mística vio el Nacimiento de Cristo. Aquí su relato

REDACCIÓN CENTRAL, 23 Dic. 15 / 01:03 pm (ACI).- A finales del siglo XVIII e inicios del XIX surgió en Alemania la famosa mística Ana Catalina Emmerick (1774-1824), quien llevó consigo los estigmas de la Pasión de Cristo y en los últimos años de vida se sustentó solamente de la Eucaristía.
Dios le concedió detalladas revelaciones místicas de la vida de Jesús, San Juan Pablo II la beatificó en 2004 y el actor Mel Gibson se inspiró en sus visiones para realizar la película de “La Pasión”. A continuación les compartimos el bello y significativo relato que ella contó sobre lo que vio del Nacimiento de nuestro Señor:
"He visto que la luz que envolvía a la Virgen se hacía cada vez más deslumbrante, de modo que la luz de las lámparas encendidas por José no eran ya visibles. María, con su amplio vestido desceñido, estaba arrodillada con la cara vuelta hacia Oriente. Llegada la medianoche la vi arrebatada en éxtasis, suspendida en el pecho. El resplandor en torno a ella crecía por momentos. Toda la naturaleza parecía sentir una emoción de júbilo, hasta los seres inanimados. La roca de que estaban formados el suelo y el atrio parecía palpitar bajo la luz intensa que los envolvía.
Luego ya no vi más la bóveda. Una estela luminosa, que aumentaba sin cesar en claridad, iba desde María hasta lo más alto de los cielos. Allá arriba había un movimiento maravilloso de glorias celestiales, que se acercaban a la Tierra, y aparecieron con claridad seis coros de ángeles celestiales. La Virgen Santísima, levantada de la tierra en medio del éxtasis, oraba y bajaba las miradas sobre su Dios, de quien se había convertido en Madre. El Verbo eterno, débil Niño, estaba acostado en el suelo delante de María.
Vi a Nuestro Señor bajo la forma de un pequeño Niño todo luminoso, cuyo brillo eclipsaba el resplandor circundante, acostado sobre una alfombrita ante las rodillas de María. Me parecía muy pequeñito y que iba creciendo ante mis ojos; pero todo esto era la irradiación de una luz tan potente y deslumbradora que no puedo explicar cómo pude mirarla. La Virgen permaneció algún tiempo en éxtasis; luego cubrió al Niño con un paño, sin tocarlo y sin tomarlo aún en sus brazos. Poco tiempo después vi al Niño que se movía y le oí llorar. En ese momento fue cuando María pareció volver en sí misma y, tomando al Niño, lo envolvió en el paño con que lo había cubierto y lo tuvo en sus brazos, estrechándole contra su pecho. Se sentó, ocultándose toda ella con el Niño bajo su amplio velo, y creo que le dio el pecho. Vi entonces que los ángeles, en forma humana, se hincaban delante del Niño recién nacido para adorarlo.
Cuando había transcurrido una hora desde el nacimiento del Niño Jesús, María llamó a José, que estaba aún orando con el rostro pegado a la tierra. Se acercó, lleno de júbilo, de humildad y de fervor. Sólo cuando María le pidió que apretase contra su corazón el Don Sagrado del Altísimo, se levantó José, recibió al Niño entre sus brazos, y derramando lágrimas de pura alegría, dio gracias a Dios por el Don recibido del Cielo.
María fajó al Niño: tenía sólo cuatro pañales. Más tarde vi a María y a José sentados en el suelo, uno junto al otro: no hablaban, parecían absortos en muda contemplación. Ante María, fajado como un niño común, estaba recostado Jesús recién nacido, bello y brillante como un relámpago. ‘¡Ah, decía yo, este lugar encierra la salvación del mundo entero y nadie lo sospecha!’
He visto en muchos lugares, hasta en los más lejanos, una insólita alegría, un extraordinario movimiento en esta noche. He visto los corazones de muchos hombres de buena voluntad reanimados por un ansia, plena de alegría, y en cambio, los corazones de los perversos llenos de temores. Hasta en los animales he visto manifestarse alegría en sus movimientos y brincos. Las flores levantaban sus corolas, las plantas y los árboles tomaban nuevo vigor y verdor y esparcían sus fragancias y perfumes. He visto brotar fuentes de agua de la tierra. En el momento mismo del nacimiento de Jesús brotó una fuente abundante en la gruta de la colina del Norte.
A legua y media más o menos de la gruta de Belén, en el valle de los pastores, había una colina. En las faldas de la colina estaban las chozas de tres pastores. Al nacimiento de Jesucristo vi a estos tres pastores muy impresionados ante el aspecto de aquella noche tan maravillosa; por eso se quedaron alrededor de sus cabañas mirando a todos lados.
Entonces vieron maravillados la luz extraordinaria sobre la gruta del pesebre. Mientras los tres pastores estaban mirando hacia aquel lado del cielo, he visto descender sobre ellos una nube luminosa, dentro de la cual noté un movimiento a medida que se acercaba. Primero vi que se dibujaban formas vagas, luego rostros, y finalmente oí cantos muy armoniosos, muy alegres, cada vez más claros. Como al principio se asustaron los pastores, apareció un ángel entre ellos, que les dijo: ‘No temáis, pues vengo a anunciaros una gran alegría para todo el pueblo de Israel. Os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es Cristo, el Señor. Por señal os doy ésta: encontraréis al Niño envuelto en pañales, echado en un pesebre’. Mientras el ángel decía estas palabras, el resplandor se hacía cada vez más intenso a su alrededor. Vi a cinco o siete grandes figuras de ángeles muy bellos y luminosos. Oí que alababan a Dios cantando: ‘Gloria a Dios en las alturas y paz en la tierra a los hombres de buena voluntad’.
Más tarde tuvieron la misma aparición los pastores que estaban junto a la torre. Unos ángeles también aparecieron a otro grupo de pastores cerca de una fuente, al Este de la torre, a unas tres leguas de Belén. Los he visto consultándose unos a otros acerca de lo que llevarían al recién nacido y preparando los regalos con toda premura. Llegaron a la gruta del pesebre al rayar el alba".
 

sábado, 19 de diciembre de 2015

Llega la Navidad... 'Jesucristo viene como príncipe de la paz, con poder sanador para nuestros corazones rotos por el pecado y el egoísmo'

Carta del obispo de Córdoba, Mons. Demetrio Fernández. 

Born Jesus -paint at Cappella Basso Della Rovere: school of Pinturicchioo -  church Santa María del Popolo at Rome


Se acercan los días santos de la Navidad. Días de gozo y salvación, porque la Madre de Dios nos da a luz al Hijo eterno de Dios hecho hombre en sus entrañas virginales, permaneciendo virgen para siempre. El Hijo es Dios y la madre es virgen, dos aspectos de la misma realidad, que hacen resplandecer el misterio en la noche de la historia humana. La Iglesia nos invita en estos días santos a vivir con María santísima estos acontecimientos.
El nacimiento de una nueva criatura es siempre motivo de gozo. El Hijo de Dios ha querido entrar en la historia humana, no por el camino solemne de una victoria triunfal. Podría haberlo hecho, puesto que es el Rey del universo. Pero no. Él ha venido por el camino de la humildad, que incluye pobreza, marginación y desprecio, anonimato, ocultamiento, etc. Y por este camino quiere ser encontrado. Hacerse como niño, hacerse pequeño, buscar el último puesto, pasar desapercibido… son las primeras actitudes que nos enseña la Navidad. Para acoger a Jesús, él busca corazones humildes, sencillos y limpios, como el corazón de su madre María y del hace las veces de padre, José.
El misterio de la Encarnación del Hijo que se hace hombre lleva consigo la solidaridad que brota de este misterio. “El Hijo de Dios por su encarnación se ha unido de alguna manera con cada hombre” (GS 22), nos recuerda el Vaticano II. El misterio de la Encarnación se prolonga en cada hombre, ahí está Jesús. Y sobre todo se prolonga en los pobres y necesitados de nuestro mundo. Con ellos ha querido identificarse Jesús para reclamar de nosotros la compasión y la misericordia.
El anuncio de este acontecimiento produce alegría. Es la alegría de la Navidad. Pero no se trata del bullicio que se forma para provocar el consumo, no. Se trata de la alegría que brota de dentro, de tener a Dios con nosotros, de estar en paz con El y con los hermanos. Nadie tiene mayor motivo para la alegría verdadera que el creyente, el que acoge a Jesús con todo el cariño de su corazón. Pero al mismo tiempo, el creyente debe estar alerta para que no le roben la alegría verdadera a cambio de un sucedáneo cualquiera.
Viene Jesús cargado de misericordia en este Año jubilar. Viene para aliviar nuestros cansancios, para estimular nuestro deseo de evangelizar a todos, para repartir el perdón de Dios a raudales a todo el que se acerque arrepentido. Mirándonos a nosotros mismos muchas veces pensamos que en mi vida ya no puede cambiar nada y que en el mundo poco puede cambiar cuando hay tantos intereses en juego.
Sin embargo, la venida de Jesús, su venida en este Año de la misericordia es un motivo intenso de esperanza y es un estímulo para la conversión. Yo puedo cambiar, tú puedes cambiar, el mundo puede cambiar. Jesús viene a eso, a cambiarlo y renovarlo todo, para acercarnos más a él y a los demás. Se trata de esperarlo, de desearlo, de pedirlo insistentemente. El milagro puede producirse. La navidad es novedad.
Que al saludarnos y desearnos santa Navidad, feliz Navidad, convirtamos el deseo en oración. El mundo actual vive serios conflictos, que pueden destruirnos a todos. Jesucristo viene como príncipe de la paz, con poder sanador para nuestros corazones rotos por el pecado y el egoísmo. Acudamos hasta su pesebre para adorarlo. Él nos hará humildes y generosos. Él nos llenará el corazón de inmensa alegría, como llenó el corazón de los pastores y de los magos, que le trajeron regalos. Con María santísima vivamos estos días preciosos de la Navidad.
Recibid mi afecto y mi bendición:
+ Demetrio Fernández, obispo de Córdoba


A éste saludo navideño agrego las palabras del Papa Francisco:
Jesús no ha aparecido simplemente en la tierra, no nos ha dedicado solo un poco de tiempo, sino que ha venido para compartir nuestra vida y acoger nuestros deseos. Porque quiso, y todavía quiere, vivir aquí, junto a nosotros y para nosotros. Se preocupa por nuestro mundo, que en Navidad se ha convertido en su mundo. El pesebre nos recuerda esto: Dios, por su gran misericordia, ha descendido hasta nosotros para permanecer permanentemente con nosotros.

Así lo ha explicado el papa Francisco al recibir esta mañana a las delegaciones procedentes de Trentino y de los ayuntamientos bávaros de Hirschau, Schnaittenbach y Freudenberg por el regalo del pesebre y el árbol de Navidad, que han realizado para la plaza de San Pedro.

Durante su discurso, ha indicado a las delegaciones que da alegría pensar que no solo han hecho un regalo al Papa y a los peregrinos que los podrán admirar, sino sobre todo al Señor Jesús, “porque Él es el festejado”. Por ello, ha dado las gracias a los presentes.
El Santo Padre ha indicado que las decoraciones que han colocado, “representan vuestros sueños”. Estos deseos que lleváis en el corazón --ha indicado-- están ahora en el lugar más apto, porque están cerca del Niño de Belén: son encomendados a Él, que ha venido para “habitar en medio de nosotros”. Por otro lado ha recordado que “el pesebre nos dice además que Él no se impone nunca con la fuerza. Para salvarnos, no ha cambiado la historia cumpliendo un milagro grandioso”. Ha venido en total “sencillez, humildad, mansedumbre”, ha precisado.
Asimismo, el Pontífice ha asegurado que “Dios no ama a los revolucionarios imponentes de los poderosos de la historia, y no utiliza la varita mágica para cambiar las situaciones”. Sin embargo, “se hace pequeño, se hace niño, para atraernos con amor, para tocar nuestros corazones con su bondad humilde; para remover, con su pobreza, a cuantos se afanan por acumular los falsos tesoros de este mundo”.
El Santo Padre ha invitado a los presentes a detenerse frente al pesebre, “porque allí la ternura de Dios nos habla. Allí se contempla la misericordia divina, que se ha hecho carne humana y puede enternecer nuestras miradas”. Sobre todo --ha añadido-- desea mover nuestros corazones.
Además, el Papa ha asegurado que es bonito que esté en el pesebre una figura, que capta inmediatamente el misterio de la Navidad. “Es ese personaje que cumple una obra buena, inclinándose para ayudar a un anciano. Él no solo mira a Dios, sino que también lo imita, porque, como Dios, se arrodilla con misericordia hacia quien lo necesita”, ha explicado.
Para finalizar, ha deseado a los presentes que sus regalos, que serán iluminados esta tarde, “puedan atraer a muchas miradas y sobre todo reavivar en la vida la luz verdadera de la Navidad”.   

miércoles, 16 de diciembre de 2015

La solución de la crisis no viene de manos de Neptuno o de que los transportes públicos sustituyan a los vehículos privados, si no en un equilibrio entre lo público y lo privado, con el coche eléctrico como protagonista del cambio. El coche eléctrico es el futuro, todo está preparado para que así sea, pero antes tendremos que sufrir una crísis lo suficientemente profunda como para dar el paso y hacer el cambio. -Los voraces millonarios saudís lo saben por eso están comprando de todo y vendiendo el petróleo barato. Esperaremos las campanas de la decada del 2020 para ver en la realidad lo que aquí es oscura polución.

LA CUMBRE DE PARÍS Y LA INFLUENCIA DEL CICLO URANO PLUTÓN.

Un acuerdo colectivo entre 196 países, es un acuerdo importante, y si el acuerdo es para detener el efecto invernadero causado por la emisión de gases que se emiten, es un acuerdo que nos afecta a todos, y un asunto de esta envergadura debe tener su guión escrito en alguno de los relojes de los atacires, debe de estar relacionado con algún ciclo planetario de gran amplitud lo que nos va a permitir observar este acuerdo desde una perpectiva astrológica, que es otra forma de entender la realidad.

Veamos, ¿Cuáles son las causas reales de la contaminación en la ciudad de México.?  ¿ Y en Madrid?  -Donde han tenido que restringir el tráfico a causa de la contaminación que es la madre del efecto invernadero, o en Pekín, que ya casi ni se puede respirar. ¿Cuál es la causa del efecto invernadero? ¿Que cosa emite gases contaminantes sin parar ni un momento?

Los vehículos con motor de explosión, vehículos que consumen combustible derivado del petróleo.

Petróleo, esa es la madre de la contaminación, lo demás son los parientes.

 ¿El petróleo y sus derivados con cuál planeta tienen relación?

Neptuno es el dios del petróleo, y el reloj que se forma con su ciclo con Plutón así lo demuestran.  Plutón en el dios de lo subterráneo de donde se extrae  el petróleo, pero Neptuno, el pringoso y sucio Neptuno es del dios del petróleo, un dios insaciable que siempre quiso dominarlo todo y al final quedó relegado al elemento líquido.

Usando la mentalidad astrológica, a Neptuno solo lo pueden detener o controlar Plutón y Urano, porque son los planetas que tiene a su lado, así que el ciclo de Urano y Plutón podría ser el reloj que da la hora y tiene escrito el guión de las Cumbres del Clima, como la de París de 2015, la de Bali de 2007 o la que dió inicio a la serie que fue la cumbre de Kioto de 1997.

Vamos a ver la carta del cielo del ciclo de Urano y Plutón que se inició el 2 de junio de 1996 y durará hasta el 4 de mayo del año 2104, formando un ciclo de 138 años, conlos atacires para el dia 11 de diciembre de 1997 que fue cuando se celebró la Cumbre de Kioto, la primera cumbre que puso en marcha todo el movimiento para detener el cambio climático.
¿Cuál planeta pone en marcha las cosas?  
 En la cumbre de Kioto de diciembre de 1997, en el reloj de los atacires del ciclo de Urano y Plutón de 138 años, el atacir de Marte llegó a la conjunción partil con la conjunción de Urano y Plutón, al mismo grado y minuto. Ahí se puso en marcha la guerra contra el cambio climático.
El 11 de diciembre de 2007 se celebró la Cumbre de Bali con el mismo tema, detener el cambio climático causado por la emisión de gases derivados del consumo de combustibles fósiles.  
En Cumbre del Cambio Climático ocurrida en Bali, Indonesia, entre el 3 y el 12 de diciembre de 2007 se dió un cambio, a partir de entonces, los signos del calentamiento global fueron incuestionables se cambió el protocolo de Kioto por el "Plan de acción de Bali", que dejó el camino abierto para la ampliación del número de países.  Se sociabilizó la Cumbre coincidiendo con la llegada del atacir de la conjunción de Urano y Plutón al lugar de la Luna.
La cumbre de París tambien responde al reloj de los atacires del ciclo de Urano y Plutón. En la capital de Francia se han reunido mayor número de países que en cumbres anteriores, en total son 195 países los que han aprobado un acuerdo final. Se trata del primer acuerdo colectivo que establece un objetivo común.  Y los acuerdos colectivos son cosas de Neptuno también.
En los atacires del ciclo de Urano y Plutón de 138 años, el atacir del Sol ha llegado a la conjunción con Neptuno, reflejando así los acuerdos adoptados por los mandatarios de tantos países. Al mismo tiempo el atacir de Neptuno ha llegado al lugar de Saturno, reflejando de ese modo el inicio de la restricción paulatina del uso de combustibles fósiles.

La guerra contra el cambio clímatico se inició en la Cumbre de Kioto, ahora es tiempo de acuerdos para disminuir la emisión de gases producidos por los combustibles fósiles.

La solución viene de manos de Urano, como en tantas escenas de otra índole donde Urano viene a equilibral dominio de Neptuno, escenificándose el mismo litigio que tuvieron Palas Atenea (Urano) y Poseidon (Plutón.

La solución de la crisis no viene de manos de Neptuno o de que los transportes públicos sustituyan a los vehículos privados, si no en un equilibrio entre lo público y lo privado, con el coche eléctrico como protagonista del cambio.  
El coche eléctrico es el futuro, todo está preparado para que así sea, pero antes tendremos que sufrir una crísis lo suficientemente profunda como para dar el paso y hacer el cambio.  -Los voraces millonarios saudís lo saben por eso están comprando de todo y vendiendo el petróleo barato.   Esperaremos las campanas de la decada del 2020 para ver en la realidad lo que aquí es oscura polución.