sábado, 26 de noviembre de 2016

Una comisión de la UNESCO adoptó a fines de octubre una decisión que deplora "las excavaciones ilegales de Israel en la Ciudad Vieja de Jerusalén", citando en particular la "Explanada de las Mezquitas" y omitiendo así la otra denominación, hebraica, de "Monte del Templo", el lugar más sagrado del judaísmo. Un reportaje de Beatriz Lecumberri.

Reacciones en Jerusalén tras polémica resolución de la UNESCO





Reacciones en Jerusalén tras polémica resolución de la UNESCO

Jerusalén.REUTERS/Eliana Aponte/File Photo

Es mediodía en Jerusalén. Por la bulliciosa Puerta de Damasco, entrada a la parte árabe de la ciudad vieja, desfilan musulmanes que acuden a la plegaria del mediodía en la mezquita Al-Aqsa, judíos que se dirigen al Muro de las Lamentaciones, comerciantes y turistas.
Estamos en la parte este o palestina de la ciudad, ocupada por Israel desde 1967. Este lugar es a menudo escenario de tensiones y violencia. Desde un café, Ali Yiddah observa impasible el frenesí que le rodea. Nos cuenta su vida, su lucha contra la ocupación, sus 17 años en la cárcel por haber colocado una bomba a finales de los 60 en el corazón de Jerusalén.
Asegura que ha perdido su dignidad y su fe pero se dice dispuesto a defender la mezquita Al-Aqsa por todos los medios: “La mezquita Al-Aqsa para mí no es un símbolo religioso, sino un símbolo nacional. Por eso cualquier ataque contra este lugar es un problema nacional y hay que luchar para impedirlo”.Asegura que ha perdido su dignidad y su fe pero se dice dispuesto a defender la mezquita Al-Aqsa por todos los medios: “La mezquita Al-Aqsa para mí no es un símbolo religioso, sino un símbolo nacional. Por eso cualquier ataque contra este lugar es un problema nacional y hay que luchar para impedirlo”.
Pocos en Jerusalén no han oído hablar de la última resolución de la UNESCO relativa al patrimonio cultural y religioso de Jerusalén oriental, donde se ignora la vinculación de la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén con el judaísmo y la organización se refiere al lugar únicamente por su nombre en árabe. Al pie de la Explanada se encuentra el Muro de las Lamentaciones venerado por los judíos como el último vestigio del templo de Jerusalén y el lugar donde se reconstruirá el tercer templo. Los judíos llaman a este lugar, mezquitas incluidas, el Monte del Templo. La resolución de la UNESCO ha indignado al gobierno de Israel y a los israelíes.
Benjamin Ben Yamin acude prácticamente a diario al Muro de las Lamentaciones. Para él la UNESCO olvida que los judíos son el único pueblo con legitimidad sobre estos lugares santos: “El pueblo judío existe físicamente desde hace 4.000 años y esta resolución no va a molestarnos. Nos molesta porque hay gente muy perdida que se equivoca totalmente y cree estar en lo cierto. En última instancia, yo diría que tenemos que rezar por ellos. Imagínese usted que se va de vacaciones, vuelve y su casa está ocupada. ¿Qué haría? ¿La compartiría con el ocupante? No. Nosotros hemos sido expulsados mil veces, la última hace 2.000 años. Volvimos porque está en las escrituras que teníamos que volver y que esta tierra pertenece al pueblo de Israel y a nadie más”.
La calle que lleva desde la Puerta de Damasco hacia la Explanada de las Mezquitas y hacia el Muro de las Lamentaciones se divide en dos. El bullicio ha quedado atrás. A la derecha se llega al muro, a la izquierda, se entra al complejo que alberga la mezquita Al-Aqsa. La policía israelí controla los accesos.
Sólo los musulmanes tienen derecho a pasar. Si ha habido un ataque contra Israel, el acceso está restringido también para ellos. Los no musulmanes sólo pueden entrar al recinto a determinadas horas y por una sola puerta. En virtud del statu quo en vigor, sólo el culto musulmán está permitido en la Explanada pero hay extremistas judíos que entran en el lugar e intentan rezar antes de ser inmediatamente expulsados.
Mohammad, un comerciante palestino, estima que la resolución de la UNESCO no cambiará en absoluto la tensión diaria que se respira en esta parte de la ciudad: “Agradezco a la UNESCO y a las personas que apoyan a los palestinos. No es que lo diga yo sino que mi Corán dice que Al-Aqsa pertenece a los musulmanes. La UNESCO sabe esto, Europa lo sabe. La pregunta es por qué no lo dijeron antes”.
Alí Yiddah muestra el mismo escepticismo ante la polémica resolución: “Honestamente, no creo en esas instituciones internacionales como la ONU o la UNESCO. Creo que todas las resoluciones son por regla general una porquería. Pero los israelíes no pueden soportar que una institución internacional tome una decisión que no les convenga. Ellos intentan erigirse en víctimas todo el tiempo. Cuando una resolución no va en la línea que ellos quieren, simplemente te acusan de ser antisemita”.
El ambiente en el Muro de las Lamentaciones es festivo este mediodía. Miri, estudiante de Derecho, termina de rezar y se retira del muro caminando hacia atrás, sin dar la espalda en ningún momento al lugar sagrado. Su rostro se crispa cuando mencionamos la resolución de la UNESCO y no logra oculta su enfado: “Creo que los palestinos controlan la UNESCO y la gente no ve nuestro sufrimiento, sólo el palestino. No ven lo que nos hacen a nosotros. Cualquier país sufriría si estuviera en nuestro lugar. Creo que este lugar es mío. Cada uno puede ver lo que desea ver, pero esto nos pertenece, pertenece a los judíos”.
Tras la aprobación de la resolución, el gobierno de Benjamin Netanyahu decidió cortar su cooperación con la UNESCO y retiró a su embajador ante la organización.

domingo, 20 de noviembre de 2016

Tiene el poder el que maneje bien los simbolos y el chavismo, con sus excelentes asesores hicieron lo que les dio la gana con los simbolos basicos de la Venezuela anterior a ellos...El 20 de noviembre de 1817 el Libertador Simón Bolívar ordena por decreto la incorporación de una octava estrella en el pabellón nacional de Venezuela, que representaba a la recién liberada Provincia de Guayana, amplio territorio conformado por los actuales estados Amazonas, Bolívar y Delta Amacuro.

Conozca el origen del decreto que estableció la octava estrella para la Bandera Nacional

Bandera de Venezuela
Bandera de Venezuela
La nueva bandera con ocho estrellas sustituyó a la denominada “Bandera del Gobierno Federal“

El 20 de noviembre de 1817 el Libertador Simón Bolívar ordena por decreto la incorporación de una octava estrella en el pabellón nacional de Venezuela, que representaba a la recién liberada Provincia de Guayana, amplio territorio conformado por los actuales estados Amazonas, Bolívar y Delta Amacuro.
Con esta medida, el Libertador reconoció el gran valor que esta región del país tuvo en el impulso a la gesta independentista y la desmoralización irrefrenable del ejército realista.
La nueva bandera con ocho estrellas sustituyó a la denominada “Bandera del Gobierno Federal“, aprobada el 12 de marzo de 1817 por Simón Bolívar y los líderes republicanos en Pampatar, donde se habían instalado tras lanzar desde Haití la Expedición de los Cayos para reconquistar la independencia del país tras una breve derrota sufrida a manos de los realistas.
En Pampatar se aprobó una bandera que solo tenía 7 estrellas en reconocimiento de las siete “Provincias Unidas” que firmaron el Acta de Independencia, como son las provincias de Margarita, Cumaná, Barcelona, Barinas, Mérida, Trujillo y Caracas.
Sin embargo, pocas semanas antes, el 11 de abril de 1817, la provincia de Guayana había sido liberada gracias a la victoria del curazoleño Manuel Carlos Piar ante las fuerzas españolas encabezadas por el Brigadier Miguel de la Torre, en la Batalla de San Félix, escenificada en el Cerro El Gallo, en el Este de Ciudad Guayana.
El 20 de noviembre de ese mismo año, por decreto del Libertador, se sumó con orgullo la Provincia de Guayana al pabellón patrio a través de una octava estrella.
Sin embargo, este último decreto de Simón Bolívar solo tuvo efecto por 4 años, pues quedó derogado por la Ley del 4 de octubre de 1821, dictada por el Congreso de Cúcuta, en momentos en que Venezuela pasó a ser parte de la Gran Colombia, junto a la Nueva Granada, Ecuador y Perú. Tras la desintegración de la Gran Colombia, la bandera de Venezuela regresó con solo 7 estrellas y por casi dos siglos no hubo la voluntad política de los caudillos militares y dirigentes oligarcas del país para respetar la voluntad del Libertador Simón Bolívar.
En el año 2006 que el presidente fallecido Hugo Chávez incorporó nuevamente la Octava Estrella en el Pabellón Nacional. Durante la guerra de independencia, la Provincia de Guayana fue el mayor proveedor de ganado, alimentos, caballos y pertrechos al Ejército Libertador, lo que le otorga un papel especial en el éxito de la liberación de Suramérica ante uno de los imperios más poderosos del planeta en ese momento.
En esta misma región, específicamente en la actual Ciudad Bolívar, se realizó el Congreso de Angostura de 1819, donde Bolívar dio el discurso en el que sentó las bases políticas de lo que sería la futura Gran Colombia y que hoy en día siguen marcando el rumbo a seguir por los pueblos de Latinoamérica.