jueves, 28 de mayo de 2015

La violencia, inherente al ser humano, acompaña al hombre desde el comienzo de los tiempos. Ahora, el estudio de un cráneo de hace 430.000 años acaba de confirmar que por aquel entonces el hombre ya era capaz de asesinar.

El Carabobeño 27 mayo 2015

El primer asesinato demostrado de la historia tiene 430.000 años

El estudio de un cráneo de hace 430 mil años demuestra el asesinato. (Foto Archivo)
EFE
La violencia, inherente al ser humano, acompaña al hombre desde el comienzo de los tiempos. Ahora, el estudio de un cráneo de hace 430.000 años acaba de confirmar que por aquel entonces el hombre ya era capaz de asesinar.
El estudio, publicado este miércoles en la revista PLOS ONE, analiza las lesiones mortales del cráneo sufridas por uno de los individuos hallados en el yacimiento de la Sima de los Huesos, en la sierra de Atapuerca (Burgos, centro de España), un lugar que no deja de arrojar nuevos datos que poco a poco ayudan a reconstruir el inmenso puzzle de la evolución humana.
El cráneo en cuestión fue recuperado junto a los restos de otros 27 individuos en excavaciones realizadas entre 1990 y 2010.
Los sedimentos de la capa geológica y los rasgos morfológicos de estos individuos permitieron determinar que todos ellos pertenecían al mismo grupo y que tenían una antigüedad de 430.000 años.
Estos restos, hallados en una recóndita sima de la Cueva Mayor de Atapuerca, estaban enterrados juntos, un hecho que durante décadas ha generado uno de los mayores debates de la prehistoria mundial.
Para los miembros del equipo de Atapuerca, esta acumulación de cadáveres podría considerarse el primer indicio de enterramiento o acto funerario, mientras que para otros paleontólogos, podría deberse simplemente a la acción de los carnívoros y carroñeros (que almacenaban sus presas) o a la acción geológica de corrientes de barro y agua (el yacimiento de Atapuerca es una red de cuevas de piedra caliza horadada por el agua).
Los estudios realizados en los últimos años han permitido descartar las dos últimas hipótesis.
Sólo quedan dos opciones que expliquen esta acumulación de cadáveres: que los individuos cayeran de manera accidental por la sima vertical que da acceso a la Cueva Mayor (13 metros de caída) o que fueran depositados deliberadamente, como un acto funerario.
El estudio publicado este miércoles, basado en el análisis de las fracturas del cráneo 17, cierra el debate y confirma que este individuo fue asesinado y acumulado intencionalmente.
Los investigadores han llegado a esta conclusión después de analizar el cráneo con las técnicas forenses actuales.
"Primero hicimos un estudio para descartar que las señales hubieran sido hechas por carnívoros, después analizamos datos geológicos y, por último, analizamos el tipo de fractura de los huesos. Con estos datos pudimos ir descartando hipótesis", explica a Efe la principal autora del trabajo, Nohemi Sala, investigadora del Centro UCM-ISCIII de Evolución y Comportamiento Humanos y miembro del equipo de Juan Luis Arsuaga.
"Sólo quedaban dos posibles causas: la caída accidental y la acumulación intencional", concluye.
Los investigadores estudiaron los 17 cráneos para determinar en qué momento se habían hecho las fracturas, postmortem (tras la muerte) o perimortem (tiempo cercano a la muerte).
El cráneo 17 presenta dos orificios en el hueso frontal, "justo encima de la cuenca del ojo izquierdo. El estudio del contorno, tamaño y forma de las fracturas permitió determinar que se hicieron con el mismo objeto, y que fueron hechas cuando había tejido blando, es decir, o estaba vivo o acababa de morir", puntualiza Sala.
Las técnicas forenses actuales han permitido determinar que "el individuo recibió dos golpes independientes producidos por un mismo objeto, lo que descarta la caída. Nadie se cae por una pendiente y se golpea dos veces en el mismo sitio y con el mismo objeto".
Además, la suma de datos, el tipo de lesiones y el lugar en que se encuentran "entran dentro de los patrones utilizados por los forense para determinar que ha habido un encuentro o conflicto cara a cara", afirma la investigadora.
"El estudio prueba, por primera vez, un asesinato que tuvo lugar hace casi medio millón de años. Probablemente el acto violento confirmado más antiguo de la historia", subraya Sala.
En el trabajo han participado investigadores del Centro Mixto de Evolución y Comportamientos Humanos y de otros centros investigadores de España, París, Pekín y Nueva York.

lunes, 18 de mayo de 2015

Expertos suecos han descubierto los vestigios de un templo que data del Imperio Nuevo faraónico (1539-1075 a. C.) en Asuán, sur de Egipto, informó el ministro egipcio de Antigüedades, Mamduh al Damati.

Descubren restos de un templo faraónico en Egipto

En Asuan, a orillas del Nilo, se hallaron bases de columnas y muros externos e internos.

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En Asuan suelen encontrar numerosas piezas arqueológicas (Cortesía)
EL UNIVERSAL
domingo 17 de mayo de 2015  12:34 PM
El Cairo.- Expertos suecos han descubierto los vestigios de un templo que data del Imperio Nuevo faraónico (1539-1075 a. C.) en Asuán, sur de Egipto, informó el ministro egipcio de Antigüedades, Mamduh al Damati.

En un comunicado difundido por Efe, el ministro explicó que el hallazgo se efectuó en unas canteras de una zona montañosa, a unos 65 kilómetros al norte de Asuán, durante las labores de excavación llevadas a cabo por una misión de la Universidad sueca de Lund.

La importancia del descubrimiento, según el ministro, radica en que muestra que la zona no sólo acogió una cantera de piedra arenisca, sino que también fue un lugar de importancia religiosa.

Además, destacó que los expertos encontraron en el subsuelo del lugar evidencias arqueológicas que se remontan a las épocas de las dinastías XVIII, XIX y la XX, además de al periodo grecorromano (332 a. C.-395 d. C.).

El director de Antigüedades de Asuán, Nasr Salama, indicó en la nota que la ubicación del templo, en la ribera este del río Nilo, se determinó gracias a la ayuda de antiguos mapas.

El lugar incluye bases de columnas y muros externos e internos.

La jefa de la misión sueca, que trabaja en la zona desde el año 2012, María Nillson, dijo que su equipo también desenterró trozos de cartuchos de los faraones Amenhotep III y Ramsés II, de las dinastías XVIII y XIX, respectivamente.

Asimismo, se hallaron fragmentos de piedra arenisca con escenas esculpidas que representan un cielo oscuro con una estrella, según los expertos suecos, que proseguirán las excavaciones en la zona.  

Dirigidos por Walter Alva, el descubridor del Señor de Sipán, un grupo de arqueólogos peruanos busca descifrar los enigmas del origen de la cultura Mochica, considerada una de las sociedades más complejas y desarrolladas del antiguo Perú.

Arqueólogos buscan descifrar secretos de antigua cultura peruana Mochica

En las últimas semanas han hallado restos que datan de 1.500 años antes de Cristo.

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Hace pocas semanas encontraron un antiguo templo mochica (EFE)
EL UNIVERSAL
domingo 17 de mayo de 2015  12:42 PM
Lima.- Dirigidos por Walter Alva, el descubridor del Señor de Sipán, un grupo de arqueólogos peruanos busca descifrar los enigmas del origen de la cultura Mochica, considerada una de las sociedades más complejas y desarrolladas del antiguo Perú. 

Los arqueólogos descubrieron en las últimas semanas un templo adornado con unos 30 dibujos o grafitis con diferentes representaciones en la zona conocida como Mata Indio, entre los distritos de Zaña y Cayaltí, en la región norteña de Lambayeque.

"Esto forma parte de una investigación que está en busca de los orígenes de la cultura mochica, a la cual pertenecen los más importantes hallazgos arqueológicos en la costa norte de Perú, como el Señor de Sipán", explicó Alva a Efe.

El arqueólogo, que descubrió en 1987 al soberano mochica, que ha sido comparado por su magnificencia con el faraón egipcio Tutankamón, remarcó que ahora buscan resolver "el enigma del nacimiento de esta cultura".

"Por eso, estamos investigando no solamente los grandes monumentos, que son de la etapa clásica, sino los pequeños, en las zonas marginales de los valles, que pueden ser el indicador de cuáles fueron los primeros templos y palacios", acotó.

Alva dijo que los resultados de las primeras investigaciones en la zona de Mata Indio indican que en esa etapa había pequeños templos que conectaban los límites entre el valle y el desierto.

"Se ha encontrado los indicios de una estructura pintada de blanco y amarillo que fue posteriormente remodelada por haber sido afectada por un evento climático de El Niño, todos los datos que estamos obteniendo son sumamente importantes para entender lo que pasaba en la costa norte de Perú hacia los 1.700 a 1.800 años antes del presente", acotó.

El arqueólogo Edgar Bracamonte, encargado de los trabajos de campo en la zona, manifestó a Efe que el lugar corresponde a una secuencia de ocupaciones de todas las culturas que existen en el valle de Zaña.

Precisó que las evidencias más antiguas corresponden aproximadamente al año 1.500 antes de Cristo y las más recientes son de época incaica, hacia el 1.400 de nuestra era.

"En el sitio se ha tenido una recuperación, donde los restos más importantes son de la cultura mochica. Se ha podido hallar un templo de la fase temprana, pintado de blanco y amarillo, con algunos diseños de grafiti con aspecto ideológico y funcional", detalló.

Bracamonte explicó que se trata de "un sitio extenso", que ocupa unas 2.500 hectáreas, donde también se han encontrado construcciones en piedra y canales, un cementerio y dos montículos, en el más grande de los cuales se excavado el templo.

"Se encuentra en la zona marginal del valle, justo donde se une el valle con el desierto, eso nos permitiría comprender cuál es el patrón de asentamientos en el valle de Zaña, dominar esta zona", subrayó.

Los diseños, especificó, tienen forma de cruces y grabados "colocados a lo largo de toda la fachada interior y alineándose con la arquitectura del sello final".

"Es parte del proceso ritual del edificio, se le colocó un sello de arcilla y sobre este se reocupó", señaló antes de indicar que existen evidencias de ocupaciones de las culturas Mochica, Lambayeque, Chimú e Inca.

Bracamonte ratificó que Alva "tiene la intención de encontrar y entender a las poblaciones mochicas en los valles de Zaña como de Lambayeque, entender no solamente las tumbas reales de Sipán."

En esta etapa, el proyecto se dedica a la excavación de tres sitios arqueológicos, el primero de los cuales ha sido Mata Indio, tras lo cual se pasará a Bola de Oro, en la localidad de El Triunfo, en el valle de Lambayeque, y luego a La Inmaculada, en el distrito de Pucalá.

"Estamos ampliando el horizonte, tratando de entender a las poblaciones rurales, de clases más bajas, pero que conforman todo el aparato estatal, para tener una idea más clara y elaborada sobre su sistema de organización social, política", concluyó. 

domingo, 10 de mayo de 2015

De las 9.000 especies de aves que existen en todo el mundo, unas 1.500 pueden apreciarse y disfrutarse en el extenso territorio venezolano, convirtiéndose en la séptima nación con mayor diversidad de estos invertebrados voladores de singular belleza y simpatía.

El Carabobeño 09 mayo 2015

Venezuela es la séptima nación con mayor diversidad de aves

El Tucuso Barranquero o Galbula ruficauda. (Foto Archivo)
AVN
De las 9.000 especies de aves que existen en todo el mundo, unas 1.500 pueden apreciarse y disfrutarse en el extenso territorio venezolano, convirtiéndose en la séptima nación con mayor diversidad de estos invertebrados voladores de singular belleza y simpatía.
Este 09 de mayo, cuando se celebra el Día Internacional de las Aves, es propicio resaltar el rol protagónico que cumplen estas especies, por lo que su preservación es fundamental para garantizar la biodiversidad que ha caracterizado al país.
Las aves desempeñan una tarea muy importante para mantener el equilibrio ecológico. En el caso de las aves insectívoras (se alimentan de insectos) cumplen funciones de control de plagas, las cuales representan potenciales vectores de enfermedades para el ser humano.
Las aves que se alimentan de frutos y tragan la semilla, cumplen un papel de dispersión de esa semilla, es decir, sostienen el bosque urbano movilizando el simiente de un lugar a otro. Tal situación no podría darse de manera autónoma.
Incluso las aves carroñeras, muy poco apreciadas por los humanos, ejecutan un papel de depuración del ambiente, por lo que también son necesarias, refirió en declaraciones a la Agencia Venezolana de Noticias el biólogo carabobeño, Luis Cornejo.
Entre las especies más amenazadas en el país se encuentran las guacamayas, los loros y periquitos. Otras especies que sufren de peligro de extinción son el cardenalito y el águila arpía, la cual ha sido incorporada en el billete de 10 bolívares para generar conciencia sobre la importancia de su cuido y conservación.

jueves, 7 de mayo de 2015

La fosa, que contiene los restos óseos de una mujer de entre 35 y 40 años, está situada al fondo de la cueva, en un pequeño espacio entre la pared y un bloque desprendido del techo que contiene diversos grabados que podrían ser coetáneos al enterramiento.

Encuentran vestigios de flores sobre una tumba en España del Paleolítico

La fosa, que contiene los restos óseos de una mujer de entre 35 y 40 años, está situada al fondo de la cueva, en un pequeño espacio entre la pared y un bloque desprendido del techo que contiene diversos grabados que podrían ser coetáneos al enterramiento.

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Se estudió las condiciones medioambientales del entierro (Cortesía)
EL UNIVERSAL
martes 5 de mayo de 2015  04:43 PM
Madrid.- Un equipo de investigadores españoles ha encontrado una alta concentración de pólenes fosilizados sobre una tumba en España del Paleolítico, lo que significa que hace 16.000 años, alguien depositó flores sobre un nicho prehistórico.

Los investigadores tienen claro que las flores fueron depositadas "sobre la tumba", pero no han podido determinar si se hizo como "ofrenda ritual" o con un fin mucho más prosaico: "evitar malos olores asociados al enterramiento", explica la investigadora y profesora de la Universidad del País Vasco (región del norte de España), María José Iriarte.

El estudio analiza el enterramiento de la llamada 'Dama Roja' de la cueva de El Mirón (Cantabria), una tumba del Paleolítico superior a la que la revista Journal of Archaeological Science dedica un número especial con todas las investigaciones realizadas ahí.

La cueva estuvo habitada desde el Paleolítico medio hasta la Edad del Bronce, y contiene, un importante depósito arqueológico, informó Efe

Era conocida desde 1903, pero las investigaciones arqueológicas sistemáticas no se iniciaron hasta 1996 (dirigidas por L.G. Straus y M. González-Morales) y no fue hasta la campaña de 2010, cuando, en los niveles correspondientes al Magdaleniense inferior cantábrico, se halló un entierro humano, "intacto y no contaminado", destaca la investigadora.

La fosa, que contiene los restos óseos de una mujer de entre 35 y 40 años, está situada al fondo de la cueva, en un pequeño espacio entre la pared y un bloque desprendido del techo que contiene diversos grabados que podrían ser coetáneos al enterramiento.

La coloración roja que presentan los huesos y el sedimento en el que reposan, sugieren la utilización del ocre como parte del ritual de inhumación, y de ahí el nombre con el que se ha bautizado a estos restos: Dama Roja.

Los autores del estudio (Iriarte, su compañero de la misma universidad Álvaro Arrizabalaga y la profesora de la Universidad de Zaragoza Gloria Cuenca) estudiaron las condiciones medioambientales bajo las que tuvo lugar el entierro y analizaron los pólenes y esporas conservados en el sedimento.

En la cueva, en el nivel sepulcral, y sólo allí, los investigadores encontraron una alta concentración de pólenes de plantas de una única familia, la llamada 'Chenopodiacea'.

Descartadas por diversos motivos otras posibilidades, como que esas plantas se utilizaran con fines alimenticios o terapéuticos, "la hipótesis más verosímil es que se depositaron flores completas en la tumba", explica Iriarte.

"No ha sido posible asegurar si este aporte de plantas tuvo como objeto una ofrenda ritual a la fallecida, o si tenía un fin más sencillo, relacionado, por ejemplo, con el saneamiento o la higienización", añade.

"Con sus florecitas pequeñas generalmente blancas o amarillentas, hoy día no las consideraríamos plantas vistosas", explica Iriarte, "aunque no podemos aplicar el Principio de Actualismo a la conducta humana en estas cuestiones meramente estéticas".

martes, 5 de mayo de 2015

La población indígena yanomami que habita el Amazonas venezolano sin contacto externo tiene un microbioma con el nivel más alto de diversidad bacteriana registrado nunca en un grupo de seres humanos y genes resistentes a antibióticos, según un estudio que publica este viernes la revista "Science".

El Carabobeño 17 abril 2015

Indígenas aislados del Amazonas son resistentes a antibióticos

Los yanomamis siguen viviendo un estilo de vida parcialmente nómada. (Foto Archivo)
EFE
La población indígena yanomami que habita el Amazonas venezolano sin contacto externo tiene un microbioma con el nivel más alto de diversidad bacteriana registrado nunca en un grupo de seres humanos y genes resistentes a antibióticos, según un estudio que publica este viernes la revista "Science".
"Lo que sugiere este descubrimiento es que desde los pasos muy tempranos de la transculturación, los humanos pierden diversidad de microorganismos por prácticas antibacterianas como antibióticos, parto por cesárea, jabones, o flúor dental", dijo a Efe una de las investigadoras, la venezolana María Gloria Domínguez-Bello.
"Ahora tenemos que averiguar cuáles son los organismos perdidos y cuál era su función, y si sería útil recuperarlos. Estas revelaciones nos ayudan a entender dónde estamos en relación con lo que tenían nuestros ancestros", añadió la microbióloga de la Universidad de Nueva York (NYU, por sus siglas en inglés).
El microbioma son las bacterias y otros microorganismos que habitan el cuerpo humano y que han evolucionado con el hombre.
Los científicos consideran especialmente sorprendente que el microbioma de este grupo indígena tenga genes resistentes a los antibióticos, ya que se cree que los yanomami nunca han estado expuestos a antibióticos comerciales.
"Estas revelaciones complementan las pruebas que sugieren que la occidentalización está asociada con la pérdida de la diversidad bacteriana, al tiempo que sugieren que los genes equipados para resistir los antibióticos pueden ser una característica natural del microbioma humano", apuntó el estudio.
Aunque hoy existen más pruebas científicas de que el microbioma cumple una función importante en la salud del ser humano, hay pocos estudios sobre cómo la composición de las comunidades bacterianas del humano ha cambiado a medida que se adopta ampliamente la dieta y el estilo de vida de Occidente en otras partes del mundo.
"El estudio de las poblaciones ajenas a las prácticas del Occidente puede ayudar a los investigadores a caracterizar los microbiomas que más se asemejan a los de nuestros antecesores y a entender los beneficios de alojar una diversidad microbiana extensa", señalan los investigadores.
Miles de años después, los yanomamis siguen viviendo un estilo de vida parcialmente nómada como cazadores-recolectores en la jungla del Amazonas de Venezuela y Brasil.
En 2008, un helicóptero militar vio una aldea yanomami nunca antes identificada en mapas, al cabo de un año, una misión médica aterrizó allí y obtuvo muestras de materia fecal, cutáneas y bucales por frotis, de 34 personas (de entre 4 y 50 años).
El frotis es un mecanismo científico que consiste en el extendido de una gota de sangre sobre la superficie de un portaobjetos para analizarla posteriormente con el microscopio. Sólo uno de los autores del artículo, Oscar Noya, visitó la aldea de los yanomami durante la obtención de muestras en 2009.
Los investigadores analizaron el ADN microbiano de estas muestras y encontraron una diversidad bacteriana considerablemente mayor, no solo en comparación con un grupo de personas de origen estadounidense, sino con muestras de dos grupos que no proceden de Occidente pero con exposición limitada a las prácticas occidentales.
Algunas de las bacterias presentes en un nivel mayor en los yanomami han demostrado tener efectos beneficiosos para la salud, como ayudar a evitar la formación de cálculos en los riñones.
A pesar de no haber tenido ninguna exposición documentada a antibióticos comerciales, las muestras de materia fecal de los yanomami contenían E. coli con genes funcionales resistentes a los antibióticos, incluidos aquellos que ofrecen resistencia a medicamentos sintéticos.
Domínguez-Bello y sus compañeros sugieren que esos genes se pudieron haber originado de un intercambio entre la microbiota humana y las bacterias en la tierra, donde se hallan genes resistentes a los antibióticos.
"Los resultados enfatizan el valor de caracterizar los microbiomas de las personas con estilos de vida ancentrales antes de que se pierda la diversidad microbiana. Al hacerlo, es posible encontrar microbios con valor terapéutico para diferentes trastornos inmunitarios", concluye el estudio.

Lo que el mundo moderno puede aprender de los aislados yanomami

Redacción

Yanomami

El abrumador aumento de condiciones como el asma, la diabetes y la obesidad frecuentemente es atribuido al estilo de vida moderno sin pruebas contundentes de que nuestros ancestros también sufrían de estos mismos malestares... hasta ahora.
En 2008, un helicóptero militar se topó por casualidad con un inexplorado grupo de chozas en una remota región amazónica en el sur de Venezuela. Era un asentamiento yanomami de 15.000 personas.
Se estima que han vivido completamente aislados desde que sus ancestros llegaron hasta Sudamérica después de la última edad de hielo.
Esta población parcialmente nómada de cazadores recolectores nunca ha estado expuesta a la civilización moderna y, por ende, tampoco lo han estado sus intestinos.
La comunidad caza pequeñas aves y mamíferos, al igual que ranas y peces y, de cuando en vez, un tapir. También consumen bananas silvestres, plátanos y yuca.
El agua es recolectada de un arroyo que queda a unos cinco minutos a pie de la aldea.
Un grupo internacional de científicos estudió el grupo, cuya locación exacta permanece protegida, para ver qué microorganismo viven con -y dentro de- ellos.
Algunos microbios causan enfermedades, pero la mayoría son completamente inocuos y los humanos no podrían vivir sin estos.
Los microbios con los que nacemos, que principalmente provienen del canal del parto de nuestras madres, conforman la base de un microbioma que llevamos toda la vida.
Estamos literalmente invadidos por ellos, dentro y afuera. Pero la vida moderna puede alterar esta composición microbiana.
El uso de antibióticos, alimentos procesados y el jabón puede haber contribuido a una menor diversidad de nuestros microbios, según el doctor Gautam Dantas, de la Escuela de Medicina Washington, uno de los investigadores que estudió a los yanomami.

Microbios en equilibrio


Yanomami
Los yanomami permitieron el análisis de los microbios en su boca, piel e intestinos.

El doctor Dantas, cuyo estudio se publicó en Microbial Ecology, dice que es lógico relacionar este comportamiento con el incremento de "nuevas" enfermedades como el asma, la enfermedad inflamatoria intestinal y la diabetes.
María Gloria Domínguez Bello, de la Escuela de Medicina de la Universidad de Nueva York, analizó microbios de los yanomami y los comparó con los de grupos modernos occidentales.
La doctora Domínguez Bello considera que la infancia es un período importante para preparar el sistema inmune, cuando se puede aprender a distinguir cuáles son los microbios buenos y cuáles se deben combatir.
Señala que los menores estadounidenses reciben, en promedio, dos tratamientos de antibióticos en su primer año de vida y que uno de cada tres nace por cesárea.
En Brasil, por su parte, uno de cada dos bebés nace por cesárea.
Domínguez Bello dice: "Si se altera esa bacteria buena, podría ser que el sistema inmune del bebé quede mal preparado y responda incorrectamente a otros agentes y bacterias".
Los yanomami permitieron que los microbios de sus bocas, piel y heces fueran analizados por el equipo de investigadores internacionales.

Yanomami
El intestino de los yanomami tiene 40% más diversidad bacteriana que el de la gente moderna urbana.

La doctora Domínguez Bello se sorprendió con los resultados. Los microbios de la piel y los intestinos eran 40% más diversos que los de la gente urbana moderna.
"La diversidad en el intestino es realmente impactante, y creemos que ésta juega muchos papeles importantes en la digestión y en la comunicación con el sistema inmune", explica.
"Queremos conocer cuáles bacterias hemos perdido y cuáles eran sus funciones y si podemos recuperarlas eventualmente."
En contraste, los microbios encontrados en las bocas de los yanomami tenían un equilibrio similar a los de los grupos urbanos modernos, lo que algunos investigadores explican como el resultado del hábito que tienen los indígenas de mascar tabaco -un leve antiséptico- desde temprana edad.

Resistencia antibiótica

Otro descubrimiento importante fue que los microbios de los yanomami tienen genes resistentes a los antibióticos a pesar de nunca haber entrado en contacto con fármacos modernos, aunque estos genes no están activados.
El doctor Dantas dice que encontraron seis genes resistentes.

Chozas yanomami
El asentamiento, cerca del nacimiento del río Orinoco fue detectado por un helicóptero militar.

"La resistencia antibiótica es una característica natural de las bacterias en el cuerpo humano. No es algo generado por el uso de antibióticos, aunque sí se amplifica cuando se toma antibióticos".
Este microbioma "de referencia" del aislado pueblo yanomami también ha sido comparado con otros pueblos de cazadores recolectores de Malawi, como también con los amerindios guahibos, cuyas poblaciones están haciendo la transición hacia la vida urbana con acceso a cuidados médicos y cambios en su agricultura.
Se encontró que entre más expuestos están a la vida moderna, menos diverso es el microbioma.
Dantas indica que se necesitan más estudios para entender el papel de estos genes resistentes, para entender el efecto que tienen sobre el sistema inmunológico y el metabolismo.
Una vez se sepa esto, ¿podríamos simplemente "recargar" nuestros microbios para reducir el impacto de la vida moderna?
El doctor Dantes piensa que habrá un interés comercial en el desarrollo de compuestos sintéticos que modulen los efectos de la vida moderna.
Todavía cree, sin embargo, que tenemos una responsabilidad de reducir nuestro uso de antibióticos y tal vez no ser tan obsesivos con la limpieza.

viernes, 1 de mayo de 2015

El paisaje sonoro en el que vivimos se parece cada vez menos al que conocieron nuestros antepasados. La sonoridad en la que estamos inmersos (a menudo poblada por una extrema vulgaridad, por el aplastamiento de unos sonidos por otros), guarda características que la hacen radicalmente distinta a sus precedentes. Esta sonoridad propia de nuestro tiempo, porta además otro rasgo: con frecuencia es contaminante. Casi siempre invade el espacio de los demás.

De cómo suena el mundo

El paisaje sonoro y la afinación del mundo Raymond Murray Schafer Editorial Intermedio, España, 2013.
El paisaje sonoro y la afinación del mundo Raymond Murray Schafer Editorial Intermedio, España, 2013.
El texto que sigue fue publicado en cuatro entregas, en la sección de opinión de El Nacional, en las semanas precedentes. La versión que aquí se ofrece, ha sido editada y agrega nuevos elementos a la reflexión sobre el paisaje sonoro del mundo


El paisaje sonoro en el que vivimos se parece cada vez menos al que conocieron nuestros antepasados. La sonoridad en la que estamos inmersos (a menudo poblada por una extrema vulgaridad, por el aplastamiento de unos sonidos por otros), guarda características que la hacen radicalmente distinta a sus precedentes. Esta sonoridad propia de nuestro tiempo, porta además otro rasgo: con frecuencia es contaminante. Casi siempre invade el espacio de los demás.
Raymond Murray Schafer (1933) es canadiense, compositor, autor de numerosos libros de análisis musical y autoridad mundial de la llamada Ecología Acústica. Comento aquí una lectura que me ha causado regocijo, por todo lo que ella tiene de novedoso: El paisaje sonoro y la afinación del mundo.

En las páginas de la Introducción, Murray Schafer traza algunos de los perfiles conceptuales que, más adelante, utilizará en su libro: qué entiende por diseño acústico; cuáles son los instrumentos (y las limitaciones) para notar el paisaje sonoro –la sonografía–; los elementos que conforman el paisaje sonoro: los sonidos tónicos, las señales sonoras y las marcas sonoras. Un recordatorio: “El ojo señala hacia afuera; el oído se pliega hacia el interior”. Antes de dormir, el sonido es el último vínculo que mantenemos con el mundo. Al despertar, el primero. Antes de abrir los ojos, escuchamos.
Ante la pregunta del sonido primigenio, se ofrece una posible respuesta: las aguas del vientre materno que se proyectan a gran escala en la infinita sonoridad de mares, océanos, ríos, lluvias y caídas del agua. Si la existencia humana es indisociable del agua, quizás ello explique la sensación de sonoridad esencial que sus sonidos nos producen.
Murray Schafer parte de recapitular los que deben haber sido los sonidos predominantes en otros tiempos: el viento, pero también, cuando este cruza los pasillos abovedados del bosque; los innumerables sonidos de la naturaleza: por ejemplo, la corpulencia sonora que se produce durante el desplome de un árbol; el de la caída de la nieve, en aquellos lugares del planeta donde ello ocurre (el autor encontró en un glosario inglés 154 palabras para nombrar la nieve y el hielo); o el de las grandes convulsiones de la naturaleza (hay testimonios que demuestran que la explosión del volcán Krakatoa, en agosto de 1883, fue escuchada a 4 mil kilómetros de distancia).
La conversación y el canto de los pájaros; las vocalizaciones de animales terrestres y marinos; el vínculo entre los sonidos que emiten algunos insectos y la exasperación que nos producen sus zumbidos; los desgarradores sonidos que producen algunos animales bajo ciertas condiciones: todos ellos forman parte de un paisaje sonoro que todavía tiene en nosotros, cuando menos, la forma de la reminiscencia. De hecho, hay quienes sostienen que las onomatopeyas son proyecciones de ese paisaje sonoro primordial.

Rural, urbano
Paisajes sonoros de alta y de baja fidelidad: Murray Schafer se sirve de la oposición rural-urbano para explicar las diferencias. En lo rural predomina la alta fidelidad, porque el bajo nivel del ruido ambiental promedio hace posible escuchar los sonidos discontinuos. Ocurre lo mismo con la noche con respecto al día, y en el mundo Antiguo con respecto a los modernos. En lo rural es mucho lo que puede escucharse en la lejanía. En la ciudad, lo contrario: la sobrepoblación de sonidos impide escuchar con nitidez y nuestro ámbito sonoro se reduce a lo más inmediato.
Por mediación de los clásicos de la Antigüedad, Lucrecio, Teócrito, Virgilio y tantos más, “escuchamos” a los pastores, a las primeras granjas, al empeño de domesticar a los animales y hacer producir la tierra. Sobre el fondo del paisaje sereno, las voces o los gritos de los humanos, el cuidado o la destrucción de la vida, los peculiares sonidos de la caza. En la vastedad del mundo rural, la aparición de nuevos elementos ocurrirá de forma paulatina. Hay una sonoridad básica, asociada a los modos de vida y de producción (la granja), que mantendrá algunos de sus elementos básicos hasta el siglo XIX. De la Antigüedad romana proviene, de forma más persistente, la asociación entre música y descanso (“el hombre sólo descubre la cadencia y lo lírico en cuanto se libera del trabajo físico”).
A la sonoridad metálica de la guerra, habrá que añadir el uso creciente de la pólvora a partir del siglo XIV. Las batallas no solo eran visuales (como lo demuestran los uniformes de los guerreros hoplitas) sino también auditivas: durante siglos se consideró que gritar al enemigo aumentaba su temor. También gritan las víctimas.
Otra sonoridad, quizás “el acontecimiento acústico más importante de la vida civil”, tomó su espacio: la celebración religiosa. Del espacio religioso, aunque no de forma exclusiva, deriva ese sonido maravilloso, el tañido de las campanas de las iglesias. La campana define a la parroquia, a la comunidad de fieles, como espacio acústico. Su sonido es centrípeto: atrae al encuentro de Dios. En el siglo VIII las campanas se habían extendido por Europa. Recordaban a Dios y también los deberes y las horas. En el siglo XIV la campana se unió al reloj: al recordar las horas insistían en el beneficio de las rutinas (esta idea nos conecta con otro libro y con otra idea: “Autoridad, libertad y maquinaria automática en la primera modernidad europea”, de Otto Mayr, que contiene un capítulo dedicado a la idea de “El Estado como mecanismo de relojería”).

Rumbo a nuestro tiempo
Transcurre la Edad Media en su camino hacia el mundo moderno. En aldeas y caminos se escuchan molinos y ruedas de agua donde se muelen los granos. El métrico golpeteo del herrero y su ayudante viaja a lo lejos: ese sonido fue, hasta la Revolución Industrial, el más fuerte producido por la mano del hombre. La disponibilidad de materiales (madera, bambú, metal o piedra) determina la sonoridad. A finales del siglo XVII, algunas calles de Vancouver fueron pavimentadas con conchas de almeja. El sonido de los carruajes (las ruedas metálicas sobre los adoquines) es motivo de quejas en todas partes. Asociado al paso del carruaje, el chasquido del látigo, el zumbido sobre la piel del animal, que Schopenhauer detestaba.
La aparición de la electricidad marca el advenimiento de la modernidad, es decir, una nueva sonoridad. Se inicia la era de las máquinas. En las ciudades en crecimiento, se escucha el voceo del pregón que anuncia los productos y el jolgorio de las tabernas. El traqueteo del ferrocarril deja su marca en quienes lo escuchan (más adelante se expresará en la rítmica del jazz). Las calles se llenan de vendedores, buhoneros y charlatanes. El paisaje sonoro se congestiona. Los sonidos concurren y se disputan su lugar en la atmósfera. Los inventos, pequeñas y grandes máquinas para diversos usos, suenan: de la máquina de coser al taladro, del torno mecánico a la máquina de escribir. La tecnología desplaza a los sonidos del campo.
La sonoridad de la Revolución Industrial es una forma de poder: la autoridad que permite emitir sonidos sin mayores restricciones pasa del sacerdote al industrial. En 1832, en Inglaterra, aparecen las primeras denuncias de enfermedades y sorderas causadas por el ruido en las fábricas (el uso del decibelio como medida para determinar el nivel de presión acústica no se generalizó hasta 1928). Los motores de combustión interna ocupan una parte considerable del paisaje sonoro. El telégrafo sintetizó la tensión entre lo continuo y lo discontinuo. Generadores, extractores y aparatos de aire acondicionado causan el ruido continuo, una línea plana sonora. Los aviones supersónicos nos descubren el vínculo entre sonido y velocidad.
Las tecnologías introducen un cambio radical: los sonidos comienzan a grabarse y almacenarse. Murray Schaffer habla de la ezquizofonía como la capacidad de reproducir un sonido fuera de su contexto o separado de su fuente originadora. El espacio sonoro se convierte en móvil. La vida moderna tiene algo de ventriloquía. La radio se usa como instrumento del afán totalitario. El hilo musical aspira a la audioanalgesia.

El fin del silencio
La era postindustrial ha borrado o arrinconado al silencio: cada vez se le escucha menos (en sus aforismos, Elías Canetti nos advertía de las funestas consecuencias para el espíritu como consecuencia de no contar con espacios de silencio, que nos facilitasen desconectarnos, aunque fuese por unas horas, de nuestro agobiante alrededor). No hay silencio, sino barreras acústicas que nos confinan a ciertos encierros sonoros: tal la finalidad del hilo musical.
Una extensa parte del libro que aquí comento está dedicado a la música como expresión de los cambios en el paisaje sonoro, así como al tema de notación musical (la música se resiste a ser anotada). Durante 500 años, los compositores de Europa nos suministran las claves para pensar la cultura. El auditorio imita a la naturaleza pero también hizo posible el espacio absoluto de la música. La orquesta metaforiza las fuerzas que interactúan en la ciudad. Vivaldi o Haydn escriben paisajes musicales. Händel vuelca la urbe en algunas de sus partituras. Schubert “hizo que el paisaje actuase para él. Las experiencias de la vida moderna se incorporan o penetran la música. La bocina, el amplificador (que puede convertir la música en un instrumento de dolor), las distorsiones, los efectos de aceleración o ralentización, los auriculares, las mezclas, la globalización: todo ello multiplica las formas de los espacios sonoros.
Las tecnologías aportan instrumentos que permiten visualizar y estudiar la tridimensionalidad de las imágenes. Clasificaciones como las de objetos sonoros, acontecimientos sonoros y paisajes sonoros, son instrumentos para pensar lo sonoro como campo de interacciones. Otras, basadas en las características acústicas (físicas) de los sonidos, psicoacústicas (referidas al modo en que son percibidas), estéticas o en relación a su significado (semióticas) hacen posible ahondar en los vínculos entre hombres y sonoridades. De estas tipologías se desprenden las investigaciones que indagan en las fobias sonoras (el horror que produce la tiza sobre la pizarra, por ejemplo) y en la contaminación acústica, preocupación cada día más extendida en el planeta.
Cada vez escuchamos menos el polirruido del mar, las incalculables y sofisticadas variaciones del viento. El tráfico automotor nos arropa: debe ser la más importante fuente de ruido de todos los tiempos. En el año 44 aC., Julio César aprobada una ley que impedía que los vehículos con ruedas circulasen en las noches. Más de 21 siglos después, el problema es de enormes dimensiones y reta a los arquitectos, urbanistas y planificadores del mundo que viene.
El paisaje sonoro y la afinación del mundo
Raymond Murray Schafer
Editorial Intermedio,
España, 2013