CRONICAS COLONIALES.
La heredad de un cacique: Patanemo
- Escritura ideográfica o representativa, utilizadas para transmitir mensajes que eran grabados sobre piedras. (Foto Reproducción. / )
Pero antes de todos los venidos desde Europa estaba el aborigen… El primitivo habitante prefirió para vivir, lugares alejados de la costa del mar, donde sólo tuvo reducidas aldeas de pescadores. La agricultura como actividad fundamental se complementaba con la caza y la pesca, que abundan en los bosques y el mar en cantidades prominentes. Si fueron o no grandes estanciamientos los habidos en la región porteña, aun y cuando corresponda a la Arqueología la palabra final, podemos deducir por el grado de desarrollo de las fuerzas productivas y lo rudimentario de los instrumentos de trabajo en sociedades del género, por lo insuficiente de la producción en un sistema donde el nivel de la misma era bajo, que no debieron ser grandes poblaciones. Sólo la existencia de diseminadas aldeas de reducido número de habitantes pudieron subsistir bajo un régimen económico de incipiente agricultura, inmediato a la sedentarización del hombre recolector y cazador.
No existe constancia de enfrentamientos armados entre el conquistador que llegaba y el aborigen que defendía su terruño. La fiereza Caribe se manifestó en las zonas montañosas, en especial la región de los indios Teques y Caracas, quienes opusieron una tenaz resistencia al invasor. Fuentes históricas señalaban noticias sobre aborígenes de la región costanera, que a la llegada del hispano eran pocos, “…por los haber llevado en tiempos pasados armadas de la isla Española y de Cubagua”. En el Juicio de Residencia que se le siguió al capitán Pedro Álvarez (Borburata, Diciembre 1554) se dice de haber reducido a la obediencia “indios herbolarios” (de flechas envenenadas) habitantes en una extensión de treinta leguas por tierra y cuarenta por mar.
Otros documentos de la misma época señalaban la presencia del cacique Patanemo, personaje de esta corta historia… En las Instrucciones que Juan de Villegas entrega al capitán Pedro Álvarez para poblar a Borburata (El Tocuyo, 18 de Noviembre de 1549) señala que al llegar a la región haga “…llamar a los principales Patanemo, don Diego y Naguanagua (Nota buena: el primero en la costa del mar, el segundo en el actual homónimo San Diego, el tercero en la riberas del lago Tacarigua), que como sabéis yo dejé reducidos al servicio de su majestad, y al tiempo de mi partida quedaron en paz”. En el ya señalado Juicio de Residencia seguido al capitán poblador Pedro Álvarez, aparece el cacique Patanemo en visita de paz ante el conquistador español.
(Los primero europeos que llegaron a la región del actual estado Carabobo vinieron desde El Tocuyo por el llano de Acarigua, y el 24 de Diciembre de 1547 tomaron posesión de la laguna de los Tacariguas. Venían comandados por Juan de Villegas, quien dos meses después de fundaba, cercana de la mar, a Nuestra Señora de la Concepción del puerto de Borburata).
El cacique Patanemo tenía sus dominios sobre la zona costera que aún lleva su nombre, y mediante acuerdo con el conquistador, permitió el asentamiento borburateño.
Los pocos indígenas costaneros debieron ser reducidos en Encomiendas y entregados a los primeros pobladores de Borburata. Cuando se despuebla definitivamente la ciudad (año 1574), pasan los encomendados a la región de Valencia, que desde el año 1555 recibe a los migrantes borburateños. El cacique Patanemo y sus vasallos se trasladan entonces hacia la zona del interior donde siempre debió habitar, en Vigirima, y le dará su nombre a la posesión de Alonso Díaz Moreno (a quien se atribuye la fundación de la cuidad de Cabriales), consistente en un hato de ganado vacuno y unas labranzas, también conocido como “Buenavista”, ubicado precisamente por donde pasaba el camino que unía a Valencia con la costa del mar.
No existe constancia de enfrentamientos armados entre el conquistador que llegaba y el aborigen que defendía su terruño. La fiereza Caribe se manifestó en las zonas montañosas, en especial la región de los indios Teques y Caracas, quienes opusieron una tenaz resistencia al invasor. Fuentes históricas señalaban noticias sobre aborígenes de la región costanera, que a la llegada del hispano eran pocos, “…por los haber llevado en tiempos pasados armadas de la isla Española y de Cubagua”. En el Juicio de Residencia que se le siguió al capitán Pedro Álvarez (Borburata, Diciembre 1554) se dice de haber reducido a la obediencia “indios herbolarios” (de flechas envenenadas) habitantes en una extensión de treinta leguas por tierra y cuarenta por mar.
Otros documentos de la misma época señalaban la presencia del cacique Patanemo, personaje de esta corta historia… En las Instrucciones que Juan de Villegas entrega al capitán Pedro Álvarez para poblar a Borburata (El Tocuyo, 18 de Noviembre de 1549) señala que al llegar a la región haga “…llamar a los principales Patanemo, don Diego y Naguanagua (Nota buena: el primero en la costa del mar, el segundo en el actual homónimo San Diego, el tercero en la riberas del lago Tacarigua), que como sabéis yo dejé reducidos al servicio de su majestad, y al tiempo de mi partida quedaron en paz”. En el ya señalado Juicio de Residencia seguido al capitán poblador Pedro Álvarez, aparece el cacique Patanemo en visita de paz ante el conquistador español.
(Los primero europeos que llegaron a la región del actual estado Carabobo vinieron desde El Tocuyo por el llano de Acarigua, y el 24 de Diciembre de 1547 tomaron posesión de la laguna de los Tacariguas. Venían comandados por Juan de Villegas, quien dos meses después de fundaba, cercana de la mar, a Nuestra Señora de la Concepción del puerto de Borburata).
El cacique Patanemo tenía sus dominios sobre la zona costera que aún lleva su nombre, y mediante acuerdo con el conquistador, permitió el asentamiento borburateño.
Los pocos indígenas costaneros debieron ser reducidos en Encomiendas y entregados a los primeros pobladores de Borburata. Cuando se despuebla definitivamente la ciudad (año 1574), pasan los encomendados a la región de Valencia, que desde el año 1555 recibe a los migrantes borburateños. El cacique Patanemo y sus vasallos se trasladan entonces hacia la zona del interior donde siempre debió habitar, en Vigirima, y le dará su nombre a la posesión de Alonso Díaz Moreno (a quien se atribuye la fundación de la cuidad de Cabriales), consistente en un hato de ganado vacuno y unas labranzas, también conocido como “Buenavista”, ubicado precisamente por donde pasaba el camino que unía a Valencia con la costa del mar.
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