viernes, 10 de abril de 2015

Jean-Marie Chauvet notó que el aire silbaba por una grieta en un altiplano en el sur de Francia, y junto a sus compañeros entusiastas de las cuevas se fue a investigar. Lo que encontraron ese domingo de 1994 sigue llenando su voz de asombro: una inmensa cueva cubierta de pinturas prehistóricas tan vívidas, que sintió que los artistas de la Edad de Piedra acababan de hacerlas.

Francia recrea pinturas prehistóricas de cueva en litigio

El hallazgo causó sensación, pero el sitio fue rápidamente cerrado al público. Sólo con respirar, los turistas podrían erosionar las imágenes.

EL UNIVERSAL
viernes 10 de abril de 2015  11:06 AM
Privas (Francia).- Jean-Marie Chauvet notó que el aire silbaba por una grieta en un altiplano en el sur de Francia, y junto a sus compañeros entusiastas de las cuevas se fue a investigar. Lo que encontraron ese domingo de 1994 sigue llenando su voz de asombro: una inmensa cueva cubierta de pinturas prehistóricas tan vívidas, que sintió que los artistas de la Edad de Piedra acababan de hacerlas.

El hallazgo causó sensación, pero el sitio fue rápidamente cerrado al público. Sólo con respirar, los turistas podrían erosionar las imágenes.

Puesto que la mayoría de la gente nunca podrá tener acceso a esas obras maestras en la que se conoce ampliamente como la Cueva de Chauvet, científicos, artistas y el gobierno francés han invertido 56 millones de euros (unos 60 millon de dólares) y varios años de trabajo en la creación de una réplica casi exacta de la cueva a unos 2 kilómetros (1,2 millas) del lugar, con más de 400 pinturas de caballos, osos, rinocerontes y mamuts, huellas de manos y tallados. 

Los expertos incluso recrearon las estalactitas y estalagmitas del sitio original, así como las frías temperaturas y el fuerte olor a humedad.

El presidente francés Francois Hollande develó el viernes el sitio, que estará abierto al público a fines de este mes.

En una rara entrevista, Chauvet describió cómo él y sus compañeros excavaron por los angostos pasillos, guiados por una linterna en la oscuridad hasta que uno de sus colegas espeleólogos se topó con "las dos líneas de ocre rojo. Ahí fue cuando empezó".

"Lo que nos impresionó", dijo Chauvet, "fue la frescura. ... Las pinturas están como si las acabaran de terminar estos hombres y estas mujeres" que las hicieron.  "Y cuanto más te adentras, mayor la grandiosidad. Es realmente una galería de arte".

Las obras estaban notablemente bien preservadas gracias a que un desprendimiento de roca hace unos 23.000 años ocultó el sitio. Los dibujos se mantuvieron en condición tan prístina que algunos investigadores dudaron su autenticidad.

"Esta cueva no estuvo expuesta a ráfagas de aire violento", explicó Chauvet. "Se mantuvo preservada como en un frasco".

Surgieron interrogantes en torno a la fecha exacta de las pinturas, que ahora se cree ampliamente tienen entre 30.000 y 37.000 años. Eso, al momento de su hallazgo, las hacía las más antiguas que se hayan visto en cuevas. Pero desde entonces científicos determinaron que los dibujos en las cuevas de El Castillo en España fueron pintados al menos hace 40.000 años.

Chauvet peleó por años con el gobierno francés por los derechos del descubrimiento, y está buscando regalías. Las autoridades del Ministerio de Cultura fueron convencidas de falsificar documentos para hacer parecer que Chauvet estaba en labor oficial cuando las encontró; él insiste en que estaba de vacaciones en ese momento.

Hoy el sitio es oficialmente manejado por las autoridades del gobierno regional y nacional, y no lleva oficialmente el nombre de su descubridor, para pesar de Chauvet.

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