domingo, 5 de abril de 2015

Los "superanimales" desembarcan en museo de Historia Natural de Nueva York. "La vida al límite: historias de especies increíbles" es el título de la exposición

El Carabobeño 04 abril 2015

Los "superanimales" desembarcan en museo de Historia Natural de Nueva York

"La vida al límite: historias de especies increíbles" es el título de la exposición (Foto Archivo)
EFE
Peces de sangre transparente o capaces de sobrevivir sin agua durante años, buitres que vuelan a 11.000 metros, ballenas que nadan a 3.000 metros de profundidad o tardígrados que toleran la congelación y el hervor son los "superanimales" del museo de Historia Natural de Nueva York.
"La vida al límite: historias de especies increíbles" es el título de la exposición que estará en el museo más entretenido de Manhattan desde hoy hasta el 3 de enero de 2016, un fascinante viaje por los milagros de la selección natural y la mutación genética.
"Después de este interminable invierno podríamos pensar que son los neoyorquinos los animales capaces de vivir en condiciones extremas, pero en esta exposición vamos a ver auténticos superhéroes con superpoderes naturales", bromeó la directora del museo, Ellen V. Futter, al presentar esta muestra.
"La vida al límite" demuestra cómo los organismos son capaces de adaptarse a absolutamente todo, "desde las capas más finas de la atmósfera hasta las fosas más insondables del océano", aseguró el vicepresidente y comisario de la sección de Paleontología, Michael Novacek.
Es el caso del buitre Ruppell, que puede chocar con un avión en África a 11.000 metros de altura gracias a una proteína que hace su sangre más eficiente frente a la escasez de oxígeno de las altas capas de la atmósfera.
O del zifio o ballena de Cuvier, que aguanta la respiración durante 137 minutos y puede llegar a los 3.000 metros de profundidad, allí donde residen los únicos animales conocidos capaces de vivir sin oxígeno: los loricíferos.
Mark Siddall, comisario desde la división de invertebrados, y John Sparks, del departamento de ictiología, han sido los encargados de encontrar gran parte de estas rarezas de la naturaleza.
Siddall destacó que "lo más fascinante es ver cómo distintas especies encuentran una solución al mismo problema".
En las fosas abisales, por ejemplo, muchos organismos desarrollan la fosforescencia, mientras que en las cuevas, "a menudo consideradas el callejón sin salida de la evolución", explicó Sparks, aparecen especies sin visión ni pigmentación, como la salamandra olm que vive en Eslovenia y Croacia.
"Esta exposición nos presenta a los embajadores de la gran historia de la evolución. Es un monumento a la supervivencia. Un testamento viviente de la tenacidad de la vida en la Tierra", concluyó la directora del museo.

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