Proponen enviar excedentes de agua del lago de Valencia al mar Caribe
Se requeriría la construcción de varias obras, como un vertedero, un túnel, un canal de reaireación de las aguas y un disipador de energía
El ingeniero Manuel Pérez Rodríguez, director de Desarrollo Técnico y de Asesoría Ambiental de la Fundación Movimiento por la Calidad del Agua, propone como la mejor solución para eliminar los excedentes del lago de Valencia enviarlos al mar Caribe. Aseguró que esto llevaría menor tiempo de construcción y aminoraría el impacto social y ambiental.
"Se llama excedente de agua en este caso del lago de Valencia a todo aquello que está por encima de la cota 408 metros sobre el nivel del mar.
Actualmente la cota del lago sobrepasa los 413 metros; es decir, tenemos 5,30 metros aproximadamente de agua en exceso en el lago de Valencia", dijo Pérez Rodríguez, ingeniero sanitarista con posgrado en Descontaminación de Aguas.
Su propuesta se basa en otra recomendación presentada en 1995 por el consorcio Otapi Caltec CDM para solucionar este problema. Sin embargo, Pérez Rodríguez actualizó las consideraciones de tipo hidráulico e incorporó aspectos sanitarios y ambientales.
La idea es construir una obra de captación de las aguas por rebose superficial, no por extracción del fondo, a través de un vertedero para ser luego conducidas por un canal de 12 metros de ancho por 3 metros de alto y puestas en los 405 metros sobre el nivel del mar a las puertas del portal sur de un túnel.
"Atravesaría por debajo del municipio Diego Ibarra, en Carabobo, para luego introducirse en la Serranía de la Costa y salir en la cota 350 sobre el nivel del mar, en el portal norte de cara al mar Caribe", detalló.
A partir de ese punto las aguas seguirían en un canal de reaireación atmosférica que también sería construido con un dispositivo que posee un desnivel de 175 metros y una longitud de un kilómetro aproximadamente, para impulsar la aireación del agua.
"De esa manera se podrían abatir los niveles de contaminación orgánica que presenta el lago. Con este canal se lograría obtener calidad por encima de la que exige el Ministerio del Ambiente", destacó Pérez Rodríguez.
Disipador de energía. El último componente del sistema propuesto por el especialista es un disipador de energía para que las aguas, después de pasar por el canal de aireación, aminoren su velocidad antes de ser dispuestas en el río Ocumare desde donde continuarían su curso ya limpias hacia el mar Caribe, precisó el ingeniero.
A su parecer esta es una solución definitiva porque nunca más el lago volverá a ser un problema de calamidad pública como ahora. "Es ecológica porque la propuesta está pensada en el hombre y su hábitat", dijo.
De igual forma considera que esta solución es la más económica y rápida porque la longitud del túnel es más corto.
Del otro lado. Aunque se trata de un problema del lago de Valencia, los urbanismos que están ubicados en el sur de Maracay, en Aragua, son los más afectados con el aumento del nivel del lago, que ha hecho que colpase el sistema de drenaje en más de 11 sectores populares.
Ecologistas han presentado sus propuestas para la recuperación del agua del segundo lago más grande del país, cuya contaminación se extiende en los 344 kilómetros cuadrados, lo cual lo convierte en un problema de salud pública. A la cuenca caen las aguas residuales de Maracay y los desechos tóxicos de las empresas.
Edwards Castillo, consultor ambiental, considera que los estudios para la recuperación del agua de la cuenca deben avanzar en dos direcciones: primero, ejecutar obras de trasvase indirecto parcial y provisional para atender la contingencia de la subida del nivel y dar tiempo para lograr la solución definitiva; segundo, ejecutar obras para el trasvase directo y definitivo, que sería la dilución submarina en aguas profundas.
Con esta solución se puede ir recuperando el lago, se controlaría su nivel a voluntad y mejoraría la calidad de sus aguas como para que en el futuro pueda volver la vida silvestre que antes albergaba, y pueda ser aprovechada por la población siempre creciente en la región.
Castillo explicó que como el volumen de agua a desalojar es muy alto, aproximadamente 20 metros cúbicos por segundo, con aguas del lago salinizadas y ácidas el impacto es tan alto que solamente el océano puede soportarlo.
Señaló que eso es lo que vienen haciendo las grandes ciudades del mundo frente al mar, que llevan sus colectores hacia la corriente marina, aguas profundas cercanas.
El consultor dijo que frente a sus costas Aragua cuenta con este tipo de características porque son aguas a más de 60 metros de profundidad y hay corrientes permanentes.
Tarea pendiente. Castillo precisó que las aguas del lago crecen por el excedente de aguas residuales del aporte que hace el Acueducto Regional del Centro a la población y a lo que se suman las lluvias, por lo que considera que el trasvase al mar Caribe debió ser un proyecto a ejecutarse hace más de 20 años al pensar en el crecimiento urbano-industrial.
Considera factible el uso del transvase indirecto, pero no para una gran cantidad de agua. Al respecto dijo lo siguiente: "El transvase indirecto no puede usarse para una gran cantidad de agua ni para aguas muy contaminadas, por lo cual sería posible solamente si fuera repartida la carga en varias cuencas, lo que es igualmente costoso en ejecutar y operar".
Explicó que se ha venido considerando extraer las aguas residuales tratadas desde las plantas depuradoras de Carabobo para dirigirlas hacia el caño Paito, vertiente al Pao, mientras que por Aragua van desde la planta de tratamiento en Taiguaiguay hacia Tucutunemo.
"Se llama excedente de agua en este caso del lago de Valencia a todo aquello que está por encima de la cota 408 metros sobre el nivel del mar.
Actualmente la cota del lago sobrepasa los 413 metros; es decir, tenemos 5,30 metros aproximadamente de agua en exceso en el lago de Valencia", dijo Pérez Rodríguez, ingeniero sanitarista con posgrado en Descontaminación de Aguas.
Su propuesta se basa en otra recomendación presentada en 1995 por el consorcio Otapi Caltec CDM para solucionar este problema. Sin embargo, Pérez Rodríguez actualizó las consideraciones de tipo hidráulico e incorporó aspectos sanitarios y ambientales.
La idea es construir una obra de captación de las aguas por rebose superficial, no por extracción del fondo, a través de un vertedero para ser luego conducidas por un canal de 12 metros de ancho por 3 metros de alto y puestas en los 405 metros sobre el nivel del mar a las puertas del portal sur de un túnel.
"Atravesaría por debajo del municipio Diego Ibarra, en Carabobo, para luego introducirse en la Serranía de la Costa y salir en la cota 350 sobre el nivel del mar, en el portal norte de cara al mar Caribe", detalló.
A partir de ese punto las aguas seguirían en un canal de reaireación atmosférica que también sería construido con un dispositivo que posee un desnivel de 175 metros y una longitud de un kilómetro aproximadamente, para impulsar la aireación del agua.
"De esa manera se podrían abatir los niveles de contaminación orgánica que presenta el lago. Con este canal se lograría obtener calidad por encima de la que exige el Ministerio del Ambiente", destacó Pérez Rodríguez.
Disipador de energía. El último componente del sistema propuesto por el especialista es un disipador de energía para que las aguas, después de pasar por el canal de aireación, aminoren su velocidad antes de ser dispuestas en el río Ocumare desde donde continuarían su curso ya limpias hacia el mar Caribe, precisó el ingeniero.
A su parecer esta es una solución definitiva porque nunca más el lago volverá a ser un problema de calamidad pública como ahora. "Es ecológica porque la propuesta está pensada en el hombre y su hábitat", dijo.
De igual forma considera que esta solución es la más económica y rápida porque la longitud del túnel es más corto.
Del otro lado. Aunque se trata de un problema del lago de Valencia, los urbanismos que están ubicados en el sur de Maracay, en Aragua, son los más afectados con el aumento del nivel del lago, que ha hecho que colpase el sistema de drenaje en más de 11 sectores populares.
Ecologistas han presentado sus propuestas para la recuperación del agua del segundo lago más grande del país, cuya contaminación se extiende en los 344 kilómetros cuadrados, lo cual lo convierte en un problema de salud pública. A la cuenca caen las aguas residuales de Maracay y los desechos tóxicos de las empresas.
Edwards Castillo, consultor ambiental, considera que los estudios para la recuperación del agua de la cuenca deben avanzar en dos direcciones: primero, ejecutar obras de trasvase indirecto parcial y provisional para atender la contingencia de la subida del nivel y dar tiempo para lograr la solución definitiva; segundo, ejecutar obras para el trasvase directo y definitivo, que sería la dilución submarina en aguas profundas.
Con esta solución se puede ir recuperando el lago, se controlaría su nivel a voluntad y mejoraría la calidad de sus aguas como para que en el futuro pueda volver la vida silvestre que antes albergaba, y pueda ser aprovechada por la población siempre creciente en la región.
Castillo explicó que como el volumen de agua a desalojar es muy alto, aproximadamente 20 metros cúbicos por segundo, con aguas del lago salinizadas y ácidas el impacto es tan alto que solamente el océano puede soportarlo.
Señaló que eso es lo que vienen haciendo las grandes ciudades del mundo frente al mar, que llevan sus colectores hacia la corriente marina, aguas profundas cercanas.
El consultor dijo que frente a sus costas Aragua cuenta con este tipo de características porque son aguas a más de 60 metros de profundidad y hay corrientes permanentes.
Tarea pendiente. Castillo precisó que las aguas del lago crecen por el excedente de aguas residuales del aporte que hace el Acueducto Regional del Centro a la población y a lo que se suman las lluvias, por lo que considera que el trasvase al mar Caribe debió ser un proyecto a ejecutarse hace más de 20 años al pensar en el crecimiento urbano-industrial.
Considera factible el uso del transvase indirecto, pero no para una gran cantidad de agua. Al respecto dijo lo siguiente: "El transvase indirecto no puede usarse para una gran cantidad de agua ni para aguas muy contaminadas, por lo cual sería posible solamente si fuera repartida la carga en varias cuencas, lo que es igualmente costoso en ejecutar y operar".
Explicó que se ha venido considerando extraer las aguas residuales tratadas desde las plantas depuradoras de Carabobo para dirigirlas hacia el caño Paito, vertiente al Pao, mientras que por Aragua van desde la planta de tratamiento en Taiguaiguay hacia Tucutunemo.
7 años esperando
Los urbanismos La Punta y Mata Redonda, en el sur de Maracay en el estado Aragua, son algunos de los sectores más cercanos al lago de Valencia. Un muro de contención separa las casas de la cuenca que poco a poco va ganando más espacio.
643 familias que habitan en estos urbanismos en el sur de Maracay continúan esperando por su indemnización, ya sea económica o la adjudicación de otra vivienda. Ya se cumplieron 7 años de la sentencia que emitió el Tribunal Supremo de Justicia, que ordenó el desalojo total del sector por ser zona de alto riesgo.
A pesar de que la disposición del TSJ era la indemnización económica, algunas familias están decididas a salir de la zona cercana al lago de Valencia, cuenca que ha aumentado el nivel del agua de forma acelerada.
Aunque fue construido un muro de contención como paliativo para evitar que el agua del lago inundara los urbanismos, ya la estructura también se ha visto afectada al punto de que en varias oportunidades ha tenido que ser reforzado con arena y piedras para evitar que sea sobrepasado por el agua.
La sentencia que fue emitida en 2006 establecía, además de la indemnización económica, que los urbanismos debían estar completamente desalojados en 2008.
Se han contabilizado alrededor de 200 familias a las que han les han sido adjudicadas viviendas por parte del Estado.
El 7 de mayo el gobernador Tareck el Aissami informó que el gobierno aprobó 440 millones de bolívares para la adquisición de casas en los mercados primario y secundario, con el objetivo de acelerar la reubicación de las familias afectadas por el lago de Valencia, que aún viven en La Punta y Mata Redonda.
Los urbanismos La Punta y Mata Redonda, en el sur de Maracay en el estado Aragua, son algunos de los sectores más cercanos al lago de Valencia. Un muro de contención separa las casas de la cuenca que poco a poco va ganando más espacio.
643 familias que habitan en estos urbanismos en el sur de Maracay continúan esperando por su indemnización, ya sea económica o la adjudicación de otra vivienda. Ya se cumplieron 7 años de la sentencia que emitió el Tribunal Supremo de Justicia, que ordenó el desalojo total del sector por ser zona de alto riesgo.
A pesar de que la disposición del TSJ era la indemnización económica, algunas familias están decididas a salir de la zona cercana al lago de Valencia, cuenca que ha aumentado el nivel del agua de forma acelerada.
Aunque fue construido un muro de contención como paliativo para evitar que el agua del lago inundara los urbanismos, ya la estructura también se ha visto afectada al punto de que en varias oportunidades ha tenido que ser reforzado con arena y piedras para evitar que sea sobrepasado por el agua.
La sentencia que fue emitida en 2006 establecía, además de la indemnización económica, que los urbanismos debían estar completamente desalojados en 2008.
Se han contabilizado alrededor de 200 familias a las que han les han sido adjudicadas viviendas por parte del Estado.
El 7 de mayo el gobernador Tareck el Aissami informó que el gobierno aprobó 440 millones de bolívares para la adquisición de casas en los mercados primario y secundario, con el objetivo de acelerar la reubicación de las familias afectadas por el lago de Valencia, que aún viven en La Punta y Mata Redonda.
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